I.
La última vez que usamos el silencio
como balas,
nos herimos mortalmente
en el combate.
Ahora, apenas si empezamos
a recuperarnos
y ya tenemos el rifle
listo para la lucha.
Incapaces de admitir
la derrota,
volvemos a enfrentarnos
en el campo de batalla de tu cuerpo.
II.
En la penumbra,
me olvido del temor
escondido entre las manos
contigo cruzo la frontera del deseo
penetro el territorio
donde la vida y la muerte
se disuelven.
Como náufrago sediento de aventuras
me sumerjo
en el agua turbulenta
de tu río inexplorado.
Víctima una vez más,
de tu emboscada.