La incertidumbre

(a mi padre)

La incertidumbre puede tener tu nombre
o tu rostro
y atraparnos en una tarde en la que el caracol
que observamos en silencio
tuvo la buena suerte de morirse.

Puede tener color vino y sello oficial
llamarse represión, inflación o
coup d’etat
tener uniforme militar o votos cambiados.

Tratar de controlar el carro mientras
da vueltas acercándose a otros carros
pensar en el dinero que no tienes
para la renta y como conseguirlo.

La incertidumbre, en fin,
es despertarse cada día
tropezarse con el sol
y no tener respuestas.

 

–Tomados del libro Memorias de la amante infiel